lunes, 2 de febrero de 2015

El Cortipegus y la innegable vaguedad del ser


No son pocas las voces que se alzan en contra de la capacidad del ser humano a sobrevivir en este nuestro bello azul sin la tecnología, y en verdad, teniendo en cuenta que de todos lo seres vivos somos los únicos que hemos desarrollado el pensamiento, flaco favor nos estamos haciendo. 
Una cosa muy distinta es que nos hayamos vuelto unos posesos del dedo táctil, conversadores silentes con algarabías a base de emoticonos, o doctos summa cum laude graduados en la universidad de Wikipedia (que en un tris nos saca del atolladero), y otra muy diferente es que sin todo esto la extinción a un paso. Al final se reduce al consumo moderado y responsable, es decir, como todo en esta vida, en su justa medida.
El uso de estas tecnologías bien enfocadas puede dar resultados magníficos, siempre y cuando la información que utilicemos no sea un simple corta y pega. Este defecto tan común tiene categoría de virus, y su capacidad de contagio es enorme.
El "cortipegus", elemento viral que aparece en párrafos de trabajos carentes de sentido, repetido, e incluso, con formato de letra diferente al párrafo anterior o siguiente, y que debe su origen a esa necesidad de acabar las cosas sin pensar en el resultado final. Ahí radica la gravedad del asunto, el "fin justifica los medios", sin embargo no se comprueba que el objetivo final sea el que tiene que ser.
Toda aquello que se ha de trabajar, necesita de una reflexión, bien sea un tema a estudiar, o un trabajo a presentar. Si no partimos del análisis de lo que nos piden, difícilmente vamos a poder dar la solución correcta. Si no hacemos un análisis de la información que buscamos, si nuestra comprensión lectora sobre vuela los textos, si olvidamos la rutina del pensamiento, estaremos indefensos y vulnerables al ataque del "cortipegus", y por ende ante un Rosco Catedralicio.
En fin, es probable que nos hayamos relajado, pero la capacidad del ser humano para pensar da mucho de si, y aún en el hipotético caso que estas tecnologías fallaran en un colapso mundial de energía electrica, seguro tengo que sería capaz de desempolvar las viejas enciclopedias, las viejas Remington, Oliveti, o Continental, y a la luz de velas, clac, clac, clac, por triplicado, tabulado y espaciado simple, tener entregado el informe o trabajo para la mañana siguiente, sin embargo, el resultado final dependerá igualmente del análisis, compresión y desarrollo que hagamos sobre el asunto en cuestión.

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